Nayarit: Color y Poesía....Xalisco.
Como consecuencia de mis berrinches de niño de cuatro años, por "pegarme" a mi papi a su trabajo, éste me dejaba como "agregado" del grupo de primer grado con la maestra Rosita Nolasco, aprendí, "prematuramente" a leer y a escribir.
De esa época, me quedó un recuerdo que con la edad se idealizó llevándome a plasmar estas líneas que, salidas del corazón escribí en una tarde de melancolía...
XALISCO
Tardes hermosas, alegres y claras,
olores de pinos, también de arrayán.
Calles empedradas que bajan al valle;
tardes cristalinas, quietud sin igual.
Amplios los zaguanes, puertas con historia;
piedras en la esquina donde, al memorar,
deteniendo el tiempo, los viejos amigos
de las aventuras han de platicar.
El trapiche deja escapar sus aromas.
El cielo se viste de oros y coral.
La sombra gigante que brinda, amorosa,
la cumbre más bella del cerro San Juan,
se extiende a tejados, huertas y paredes;
sombra que cobija al Matatipac.
Xihualpilli flota sabre flor de cañas,
vespertina brisa que busca a su rey,
besa ya las faldas de hermoso volcán,
la imagen querida de mi Sangangüey.
Las campanas llaman fieles al rosario.
Los chiquillos corren todos al jardín.
La fresca neblina rubrica la tarde
de este mi Xalisco de músicos mil,
donde historia luenga torna de leyendas
las tardes de viejos con aire sutil.
Pueblo castigado, pero con orgullo;
mis primeras letras allí yo aprendí
con dulzura grande, la de mi maestra,
quien trajo a ml vida imborrables matices:
resumen del bello cantar de Xalisco
que añora sus glorias con ansia febril.