Hace exactamente cinco marzos...

"Hay veces que nada el pato...y veces que ni agua bebe", solia decir mi padre cuando se referia a los cambios de "fortuna" que se presentan en la vida.
Esta semana de descanso de Primavera ha sido de verdadero descanso, pero para un espiritu aventurero, también significa privacion del combustible de el alma que explora, que descubre, que se nutre de cosas nuevas.
Como alivio a esa frustracion de sentirme anclado, el destino me hizo reencontrar, precisamente hoy, estas fotos perdidas en un cajon. Hoy, cuando se cumplen 5 anios de haber conocido esos hermosos lugares del mundo: Seattle, Vancouver y Victoria (estos ultimos en Canada). El 15 de marzo del 2002 respiraba el aire salino y helado del Pacifico norte cruzando en comodo Ferry en un dia de excursion desde Seattle donde, mi prima me prestara un auto para desplazarme por esos caminos de ensueno.

No solo fue el conocer un bello lugar del planeta, sino la hermosa experiencia de haber reconectado los lazos familiares con esta entranable familia: la de mi prima Ana(hija de una hermana de mi madre); su hijas y Miguel, su esposo.

Y precisamente, a la distancia y con el tiempo, los recuerdos de tan bella experiencia, se atesoran aun mas. Pienso ahora: "Cuando el pato no bebe agua, de seguro que disfruta el calor de su nido y recobra energia para sus futuros vuelos". Mi padre en su lugar que Dios le ha asignado, estara de acuerdo conmigo. O... no, jefe? Junto al Club de Yates, un elegante hotel. Victoria, Canada.

Quejarse de un mal recibimiento a quien corresponde, a veces paga sus frutos: Obtener un mejor grado de habitacion en el hotel...con esta espléndida vista al mar, en Seattle.

Con el edificio del Parlamento al fondo(Victoria es la capital de la Provincia, Columbia Britanica)


Una de la enorme cantidad de islas entre Seattle y Victoria.



Suburbios de la ciudad de Victoria, con el Pacifico al fondo.

Si no veo el nombre de la isla en el letrero, se me olvida...(qué cabezones somos algunos)

La travesia de regreso...un ferry a la vista.

De regreso a Seattle: tormenta de nieve, en pleno marzo.

Bueno, meses despues regresé, con mi hija, a celebrar el inicio del 2003

Y asi lucia el Parlamento, en Victoria, con motivos navidenos.

De regreso al 2002, marzo.

Y yo, regresare??? Quiera Dios que si.

Momentos eternos...

Puesta de sol en Playa Platanitos

La brisa marina en el rostro, el rumor del viven de las olas en los oidos, el olor de la sal del oceano, los colores de un atardecer como este... El alma se alimenta; se eleva y comulga con Dios.

Nayarit me dio esta experiencia por primera vez y, por ello, mi fe en Dios nunca ha muerto.

Nayarit: Color y Poesía.

Mi abuelo, el campesino.

De mirada apacible, de sonrisa complaciente.
Conocimientos de siglos, del campo amigo vehemente.

Amó la vida a través del campo fértil, seguro.
Cien años por los caminos, cien años luchando duro.

Verano entre largos surcos, otoño entre los maizales.
Arados una ocasión, otra vez, cañaverales.

Se fue ese viejito dulce tras heredar su experiencia;
cansado su cuerpo frágil fue cayendo en somnolencia.

Su mirar condescendiente vertió sobre mi persona
bendición sin remanentes que mis olvidos perdona.

Abuelo de andar sereno, de filosofía sencilla;
campesino grande, bueno, obra de arte de la arcilla.

Cuántas tormentas soltaron granizos en sus espaldas
después de labrar las tierras de la montaña sus faldas!

Veredas que son de sol, otras veces que hace el hombre,
ya no te verán pasar. iNunca olvidarán tu nombre!

Cubrió tu rostro, al final, la luz de a blanca luna
cuando ya venías cansado de pizcar en “La laguna”.

Yo he comparado tu vida con el dia más luminoso
que amanece Iimpio y fresco y termina igual de hermoso.

No precisaste bastón, tu trabajo fue tu apoyo.
Digno toda ocasión cuál corriente de un arroyo.

Descansa en paz, abuelito;
Yo sé bién que estás contento.
Se terminaron tus prisas.
Disfruta tu gloria lento...

Erase una vez, una laguna...

¿Qué pensarías si te dijera que a menos de tres kilómetros de Tepic, existió una hermosa laguna?
Por triste que parezca, otra de la estúpidas decisiones debidas a la ignorancia y nula conciencia ecológica, fue la desecación de un lago de origen volcánico que ocupó una superficie mayor a la de la laguna de Santa María del Oro.
Imágenes hablan más que las palabras. Busca un espacio en las fotos siguientes y adivina dónde pudo estar el vaso acuático al que me refiero.

Foto tomada de un ejemplar especial del Diario "El Nayar"

Foto aérea de la ciudad de Tepic a principio de los cincuentas.

Foto tomada por mi desde el cerro de San Juan; a finales de los ochentas.

Hermosas higueras, también en extinción, fueron, sin duda, guardianes de las riveras de esta "difunta" laguna.

Por este camino, los pasos de niño me llevaron, muchas veces, a la parcela de mi abuelo, ubicado en la ladera de una loma circundante al antiguo lago; en el ejido llamado, precisamente, "La laguna".
Mi padre nos llevaba, a la familia entera, con propósitos más didácticos que prácticos, a darnos cuenta de la labor ardua que un campesino efectúa día a día, levantándonos temprano, hacieéndonos caminar cerca de ocho kilómetros(bueno, no tantos!); arrancando yerba de entre la milpa o cañaverales. Este era el sabatino precio para "merecer" el domingo a la playa.
Bendito padre y bendito abuelo por hacernos valorar al trabajo y a la gente que lo realiza!
Con el tiempo, mi admiración aumentó para inspirar estas líneas dedicadas a ...

Mi abuelo, el campesino...
(leer en "Nayarit: Color y Poesía")