Erase una vez, una laguna...
¿Qué pensarías si te dijera que a menos de tres kilómetros de Tepic, existió una hermosa laguna?
Por triste que parezca, otra de la estúpidas decisiones debidas a la ignorancia y nula conciencia ecológica, fue la desecación de un lago de origen volcánico que ocupó una superficie mayor a la de la laguna de Santa María del Oro.
Imágenes hablan más que las palabras. Busca un espacio en las fotos siguientes y adivina dónde pudo estar el vaso acuático al que me refiero.

Foto aérea de la ciudad de Tepic a principio de los cincuentas.

Foto tomada por mi desde el cerro de San Juan; a finales de los ochentas.

Mi padre nos llevaba, a la familia entera, con propósitos más didácticos que prácticos, a darnos cuenta de la labor ardua que un campesino efectúa día a día, levantándonos temprano, hacieéndonos caminar cerca de ocho kilómetros(bueno, no tantos!); arrancando yerba de entre la milpa o cañaverales. Este era el sabatino precio para "merecer" el domingo a la playa.
Bendito padre y bendito abuelo por hacernos valorar al trabajo y a la gente que lo realiza!
Con el tiempo, mi admiración aumentó para inspirar estas líneas dedicadas a ...
(leer en "Nayarit: Color y Poesía")
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