nayarit en exilio

Como muchos nayaritas en el extranjero, mi exilio voluntario ha obedecido a un afán por descubrir. El tiempo ha pasado y, el compromiso para con la tierra que me vió nacer, sigue latente. Es mi interés que el contenido de este blog, contribuya al mejor conocimiento y amor por esa tierra de parte de quien lo visite. De paso, comparto lo que creo interesante de mis vivencias como viajero y humano. Esto soy yo y ésto me impulsa.

Wednesday, February 14, 2007

Las luces del recuerdo...











Escena típica de una noche en Nueva Orleans Royal Street, la calle de las galerías de arte y antigüedades, en el "French Quarter".











































Nueva Orleans en 1991.














Recién llegado a participar en el Programa Internacional de Educación de la Fundación Cultural Cordell Hall, como maestro de Immersion en Español en una escuela del sistema público del Estado de Luisiana.
























































Aspecto de una calle en el Barrio Francés (French Quarter) de la bohemia, histórica y hermosa ciudad de Nueva Orleans.
















River Walk.
















Al fondo, la catedral y el edificio de la antigua la destiladora de cerveza"Jax"; a la derecha, el "Steamboat" en uno de los muelles sobre el majestuoso Mississipi.













Ayer, viendo un documental del canal cultural de la tv americana, acerca de la historia, glorias y penurias de la ciudad de Nueva Orleans, se agolparon de lleno los recuerdos.

El Río Mississipi desde el restaurant giratorio del "World Trade Center"





En esa añorada urbe que actualmente se recupera de un castigo tanto de la naturaleza como de los caprichos de la política, viví seis inolvidables años plenos de experiencias tan intensas como únicas.



La inspiración creadora; la confusión originada por un lenguaje nuevo y el "Shock de una nueva cultura"; la importancia de las relaciones humanas; el arte permanente, el jazz, la eterna fiesta. La tradición carnavalesca del "Mardi Gras", el "Vudú", los aromas hechizantes del incienso, de las casas con interiores de cedro.... de la cocina cajun, criolla, francesa.
La leyenda, el racismo, el ser testigo y participante de la historia cultural como maestro de las escuelas públicas de la ciudad y esporádico expositor en galerías locales....¡Tantas cosas que aún el alma experimenta y aún co-habitan en mi alma!



¡Nueva Orleans!

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