nayarit en exilio: Recuerdos de adolescente...

Gratos recuerdos de adolescente...

1980: Vacaciones de semana santa se acercan y me ha llegado una inquietud de conocer el mundo sin esperar a que mis ahorros de jubilado me lo permitan.

Uno de los motivos, en este momento, es que mi madre aún vive y, de alguna forma, tendré a la única persona en el mundo que le importará(?) oír mis inquietudes y "triunfos".

Así que, me decido a aprovechar las dos semanas de vacaciones (más una de permiso especial), y me lanzo, después de invitar y recibir timoratas respuestas de mis amigos maestros (sin espíritu aventurero...o demasiado responsables por su trabajo), para viajar a Europa en un "Tour" que los Viajes "Aztlán" ofrecen con facilidades de pago.

Son los principios de mi carrera magisterial, pero siento que una "excursión" por el mundo es impostergable e imprescindible para ampliar mi visión y mi desempeño como maestro.

Trato de hacer ver ésto a mi director de escuela y está de acuerdo conmigo.....(Donde quiera que estés, Ramon Hermosillo, que Dios te bendiga!)

Ante la negativa inflexible de otros posibles "cómplices" de irnos de "pinta" por una semana, me decido y parto a Guadalajara, donde empieza el "Tour".

Guadalajara- Houston- París-Madrid: Air France.

Nuevos amigos y amigas de distintos países arribarán a mi existencia para siempre.

Madrid es el punto de partida para el recorrido terrestre (mejor que en pelicula; pues durante el trayecto hubo vino tinto, guías informativos, buena comida y, sobretodo, un ambiente de camaradería y genuina amistad que no se olvida).

Espana, Francia, Mónaco, Italia, Suiza, Alemania, Austria e Inglaterra seran mi provisionales estancias durante 23 días.

Cada país con un encanto y sabor que se quedarán impresos en la memoria!!

Despues del inolvidable y maravilloso viaje, me doy cuenta que mi madre tiene otras preocupaciones que no le permiten interesarse como yo hubiera querido en las hermosas fotos que yo tomé...ni en los descubrimientos y anécdotas que yo le pudiese platicar.

Pasada la decepción, desencanto y reajuste emocional, un cambio crucial en mis puntos de vista y revaluación existencial se dió lugar en mi espíritu.

Ese viaje y esa "sacudida" de la dependencia materno-mental, trajeron a un nuevo yo; éste que escribe para sí mismo y para quien quiera leer.

Gracias a Dios que existen seres que ven a través de cristales comunes; que comparten un mismo lenguaje y un mismo derrotero.

Nunca estamos solos.

Gracias.

De esa jornada, estas fotos rescatadas del maltrato de la humedad, el tiempo y el olvido...para ustedes, mis amigos...y para tomar de ese pasado, el sabor de la juventud y la pasión por vivir.

A éso, yo no le llamo nostalgia; le llamo "Continuar viviendo".